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2 opciones • a partir de 15,15 US$
Combinaciones exclusivas
Combina Real Jardín Botánico de Kew con otros favoritos de Londres. Algunas cosas es mejor disfrutarlas juntas.
Preguntas frecuentes sobre Kew Gardens
La respuesta sencilla es no. La parte del Real Jardín Botánico de Kew que encontrarás en el oeste de Londres, a la que se puede acceder con la línea District y con el London Overground, no está incluida en la afiliación del National Trust. Esto significa que necesitarás una entrada para los jardines de Kew.
Los jardines de Kew están gestionados por el Real Jardín Botánico de Kew: una institución internacional de investigación y educación botánica.
Si eres miembro del National Trust, podrás visitar Wakehurst, en West Sussex, que es el jardín botánico salvaje de Kew y el mayor proyecto de conservación del Reino Unido.
El Real Jardín Botánico de Kew no es gratuito, pero el precio de la entrada se destina a financiar la investigación. El Real Jardín Botánico de Kew (RBGK) es una organización benéfica, por lo que estarás ayudando a un recurso mundial para el conocimiento de las plantas y los hongos, así como al mantenimiento continuo de los jardines.
La entrada es gratuita para los niños menores de cuatro años, los cuidadores esenciales y los visitantes ciegos o con problemas de visión registrados.
En la página web oficial se ofrecen varios descuentos para personas en el paro, residentes locales y estudiantes.
El Real Jardín Botánico de Kew no se encuentra en la zona de congestión. Sin embargo, vale la pena señalar que está dentro de la zona de baja emisión, la cual se aplica a los vehículos diésel pesados más contaminantes. A menos que conduzcas un camión de los años noventa, no tendrás problemas y solo tendrás que preocuparte por el precio de las entradas para el Real Jardín Botánico de Kew.
El Real Jardín Botánico de Kew cuenta con un aparcamiento en Ferry Lane, cerca de Brentford Gate (TW9 3AF). Sin embargo, el aparcamiento es muy limitado y las plazas se llenan por orden de llegada.
El aparcamiento cuesta 7 libras esterlinas al día, que pueden pagarse in situ o con la app PayByPhone
Los fines de semana, el aparcamiento del Herbario funciona como aparcamiento adicional.
**¿Pueden ir los perros al Real Jardín Botánico de Kew?
En el Real Jardín Botánico de Kew solo se admiten perros de asistencia a discapacitados registrados. No puedes llevar a tu mascota contigo.
**¿Se puede hacer un pícnic en el Real Jardín Botánico de Kew?
Sí se puede. No puedes traerte tu propia barbacoa o muebles, pero puedes sentarte en una zona de césped y disfrutar de una comida con tu manta de pícnic. No tendrás que pagar ningún suplemento por la entrada al Real Jardín Botánico de Kew para traerte tu propia comida.
**¿Se puede ir en bicicleta dentro del Real Jardín Botánico de Kew?
Lamentablemente no. Las bicicletas, triciclos, bicicletas sin pedales, patines, monopatines y micropatines no están permitidos.
El Real Jardín Botánico de Kew se remonta al siglo XVII, cuando Henry Capell, primer barón de Tewkesbury, creó un espacio para plantas exóticas. Este fue a su vez ampliado por la viuda de Federico, Príncipe de Gales: Augusta. Su hijo, Jorge III (el que se ocupó de la Revolución Americana), enriqueció aún más los jardines.
En el siglo XVIII, Sir William Chambers (1723-1796), un arquitecto sueco-escocés, añadió a los jardines la pagoda china, que sigue siendo uno de los elementos más impresionantes del Real Jardín Botánico de Kew.
En 1840 los jardines fueron declarados jardín botánico nacional y se abrieron al público, pasando la propiedad de la Corona al gobierno.
El legado de uno de los lugares más exuberantes de Londres es enorme, pero estas cosas tardan en crecer, ¡y la entrada a al Real Jardín Botánico de Kew ayuda a que siga creciendo!
Resumen de entradas
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Descubre nuevas flores cada vez que las visites; siempre hay una nueva superestrella de temporada que ver aquí
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Contempla los conservatorios con plantas raras de la selva, pasea por el extenso paseo de las copas de los árboles y visita las galerías de arte
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Hazte unos selfies mágicos en el Palacio de Kew, la pagoda china de 10 pisos, la Casa Templada e incluso en una cascada
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Reservar por Internet con antelación es más barato que pagar el día de la visita.
Es facilísimo conseguir entradas para los Jardines de Kew. Reserva con antelación y ahorra tiempo en tu viaje al Reino Unido. Hay opciones para comprar entradas de un día, y también puedes combinar tu visita con otra atracción.
Elige las entradas para los Jardines de Kew que más te convengan:
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Entrada a los Jardines de Kew, una de las principales atracciones de Londres con más de 250 años de historia
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Acceso a las exposiciones temporales
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Acceso a las galerías de arte (Marianne North y Shirley Sherwood), el Palacio de Kew, los invernaderos y el Paseo de las copas de los árboles
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Mapa y guía de lo más destacado de la temporada
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Acceso al Jardín de los Niños (sesión de 60 minutos)
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Todos los niños de 0 a 16 años deben ir acompañados de un adulto
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En los jardines sólo se admiten perros de asistencia registrados para discapacitados
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Hay muchos lugares para hacer picnic, desde un tranquilo bosque hasta un bonito jardín perfumado con hierbas aromáticas
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El acceso al Jardín Infantil es gratuito, pero las entradas para una sesión de 60 minutos deben reservarse con antelación
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La estación de Kew Gardens está a 500 m de Victoria Gate, en la línea District Line de la zona 3 del metro de Londres
Reseñas de Real Jardín Botánico de Kew
Fotos de clientes
Sobre: Real Jardín Botánico de Kew
El Real Jardín Botánico de Kew abarca la friolera de 121 hectáreas y está inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2003. Su abundante flora y fauna hará que te olvides de que estás en la metrópoli londinense.
En el interior de los jardines encontrarás una pagoda china del siglo XVIII, edificios ornamentales, casas de plantas especializadas y un impresionante paseo por las copas de los árboles que atraviesa el dosel de un claro del bosque y que consiste en una pasarela de 200 metros a 18 metros del suelo.
Los terrenos también albergan el palacio de Kew, comprado inicialmente por Jorge III como palacio para los hijos de la realeza. Aquí se criaron muchos príncipes y princesas. Más tarde, se utilizó como residencia de verano para la realeza británica.