El Duomo de Siena está idealmente situado en una plaza sobre la plaza del Campo, de fácil acceso a pie y en transporte público. Este edificio gótico alberga tesoros de artistas como Pisano, Donatello y Miguel Ángel, así como frescos de Pinturicchio.
Los Museos Cívicos de San Gimignano se encuentran en una asombrosa ciudad amurallada del siglo XI ubicada a 334 metros sobre el Valle de Elsa, cerca de Florencia. La ciudad está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su complejo de museos ofrece una de las experiencias más completas sobre la vida medieval.
El duomo de San Gimignano, también conocido como la Collegiata di San Gimignano, tiene una bóveda decorada con frescos que han sobrevivido siglos sin ningún tipo de restauración. A pesar de haber sido bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, los vívidos frescos que datan del siglo XIII están tan radiantes como nunca, convirtiendo la iglesia en uno de los edificios más valorados de Europa.
El contiguo Museo de Arte Sacro alberga las piezas más valoradas de la Collegiata, así como de otras iglesias y conventos de la zona.
El Palazzo Piccolomini de Pienza, cerca de Siena, es uno de los ejemplos más antiguos de la arquitectura renacentista del mundo. En su día era el hogar del papa Pío II, y ahora es un fascinante museo y galería de arte.
La torre y la casa Campatelli pertenecieron a los Campatellis, una familia de empresarios y terratenientes florentinos que, desde principios del siglo XIX, dieron su nombre a este edificio del siglo XII.
La Catedral de Santa Maria Assunta, o Catedral de Volterra, es una iglesia románica situada en la ciudad toscana de Volterra. En el centro de la Piazza San Giovanni, la zona religiosa más importante de la zona, los visitantes pueden ver frescos antiguos, retablos y una increíble arquitectura antigua que se remonta a mil años.
La Sinagoga de Siena es una sinagoga histórica de Italia, construida en el siglo XVIII y que ha funcionado hasta hoy como centro de la comunidad judía de Siena. Con una fachada sencilla y un interior exquisitamente decorado, la sinagoga y el Museo Judío adyacente permiten a los visitantes conocer la presencia y la persecución de los judíos en Siena desde el siglo XII.
La antigua Abadía de Sant'Antimo era el hogar de monjes benedictinos. Fue restaurada en 1870 por el arquitecto Giuseppe Partini y ahora se usa como una sala de conciertos y centro cultural.