- Florencia
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Tanto para los amantes del arte como para los aficionados a la historia, la Capilla Brancacci, en Santa María del Carmine, es muy recomendable. Esta capilla íntima y atmosférica alberga los extraordinarios frescos renacentistas de Masaccio y Masolino.
Admira los vivos colores y los intrincados detalles con una visita guiada informativa en inglés.
La íntima Capilla Brancacci tiene un aforo limitado (sólo seis personas al día), pero esta entrada te da acceso sin colas y con un guía experto, para que puedas admirar de cerca los magníficos frescos.
Las dos capas de frescos, encargados en 1424 por un rico mercader florentino, ilustran la vida de San Pedro. Los colores siguen siendo vibrantes, gracias a las técnicas entonces vanguardistas de los artistas Masolino, Masaccio y Lippi.
Se considera un milagro que la Capilla Brancacci sobreviviera al incendio de 1771, que destruyó el resto de la iglesia de Santa María del Carmine en menos de 4 horas. No dejes que ese milagro sea en vano: entra en esta capilla y empápate de la poesía pictórica del Renacimiento temprano.