¿Hay algo más apropiado que la antigua casa del arzobispo de Cusco ahora sea el Museo de Arte Religioso de la ciudad?
Esta gran mansión alberga una colección de pinturas y artefactos religiosos coloniales. Pero no es solo el arte lo que hace que el museo valga la pena. Además de aprender, podrás sentarte y relajarte en un gran patio renacentista y admirar la arquitectura colonial, así como la piedra de doce ángulos: un tesoro nacional inca que forma parte del muro del Palacio arzobispal.