El Museo Nacional del Azulejo de Portugal es uno de los museos nacionales más importantes, debido a su colección única de azulejos. Representan una expresión artística distintiva de la cultura portuguesa, y podrás descubrir su significado en el interior de un majestuoso antiguo Convento da Madre de Deus, fundado en 1509 por la reina Leonor.
El Zoo de Lisboa, inaugurado en 1884, fue el primer parque de fauna y flora de la Península Ibérica. En pleno centro de Lisboa, contiene 2.000 animales de unas 300 especies diferentes. Aquí puedes disfrutar de un día único, y observar una amplia gama de especies fascinantes. Al visitar el zoo, también estás contribuyendo a su misión de conservar las especies y sus hábitats. Un día inolvidable que es tan bueno para ti como para los animales.
Ubicado dentro del increíble edificio del Museo del Agua del depósito de la Mãe d'Água de Lisboa, la Immersivus Gallery Lisboa es un espacio de exposiciones de arte que convierte el arte visual tradicional en una experiencia cultural espectacular e inmersiva. Gracias a proyecciones de última generación, la experiencia permite a los visitantes acercarse al simbolismo y las técnicas de algunos de los mejores artistas de la historia, rodeando a los visitantes con coloridas proyecciones de luz de 360° y guiándolos por un camino de exploración artística multisensorial.
Con más de 800 años, la Catedral de Lisboa (o Sé de Lisboa) es la iglesia más antigua de Lisboa. Construida durante el reinado de Afonso Henriques, la Sé de Lisboa ha sufrido muchas catástrofes (incluidos terremotos), restauraciones y renovaciones para convertirla en la magnífica estructura que ves hoy.
La Igreja de Santa Cruz do Castelo de São Jorge, también conocida como Iglesia del Castillo de San Jorge, es uno de los lugares más importantes de Lisboa, Portugal. El templo tuvo las puertas cerradas durante más de treinta años y escondía muchos secretos, como la estatua de San Jorge, que es llevada en un caballo blanco en la procesión más antigua de Lisboa, desde 1570.
Desde junio de 2018, con la apertura al público de la Torre de la Iglesia como mirador, ahora puedes subir a la cima y disfrutar de unas vistas increíbles sobre Lisboa y el río Tajo. Escucha el eco de las campanas del siglo XVIII, que siguen sonando hoy en día.