La cima de esta montaña ofrece increíbles vistas de Bogotá. Este lugar lleva siendo un destino de peregrinación durante siglos, con su empinada cuesta y caminata de 2,5 km hasta la iglesia-santuario. Pero no hay que ser religioso para sacar el máximo provecho de estos tickets para Monserrate.
Súbete al funicular de Monserrate y viaja tranquilamente u opta por el teleférico y llega a la cima en menos que canta un gallo. Vista el monasterio, el Señor Caído y, si puedes, no te pierdas la puesta de sol.
Ya sea que estés aquí para peregrinar o para disfrutar de las vistas, estarás en tierra sagrada. La importancia del cerro de Montserrate se remonta a los indígenas muiscas, que la apodaron Quijicha Caca (pie de la abuela), y veían al sol, representado por su dios Sué, salir de detrás de la montaña cada solsticio de junio.