Dato curioso: un equipo de arquitectos pretende conseguir que el río Spree de Berlín esté tan limpio que puedas bañarte en él. Eso no ocurrirá hasta dentro de un tiempo. Hasta entonces, lo mejor es un crucero nocturno con cena.
Elige un menú de cuatro platos de Sabores de Berlín con cerveza, vino, prosecco y bebidas sin alcohol ilimitados, y un asiento en la ventana garantizado. O bien, opta por una cena de tres platos, con dos bebidas incluidas, y arriésgate a conseguir asiento. El Fliegende Holländer pasará por lugares como Alexanderplatz, el Reichstag y la Isla de los Museos.
Nota: Para el menú de 3 platos, se sirven opciones de carne y vegetarianas, nada de pescado.