- Sintra
Viaja atrás en el tiempo y sumérgete en la rica historia de este ornamentado palacio y jardín. Conocido como la respuesta portuguesa a Versalles, fue diseñado originalmente como residencia de verano para la familia real, antes de que el rey Pedro III lo transformara en un palacio en toda regla. ¡Descubre por ti mismo la majestuosidad de la aristocracia del siglo XVIII!
Con el descubrimiento (quizás sería más preciso decir robo) del oro brasileño en 1690, la familia real portuguesa nadaba en la abundancia. El palacio nacional y los jardines de Queluz son ejemplos perfectos de la opulencia y el esplendor de este período. Algunos dicen que el lugar "parece un pastel de cumpleaños carísimo". Y es bastante acertado, ya que tanto el palacio como los jardines son un ejercicio de excesos que mezcla el barroco, el rococó y el neoclásico con un efecto impactante.
Ambos espacios fueron diseñados para ser la síntesis perfecta entre el paisajismo y la arquitectura, y albergaron numerosas celebraciones y festividades. Cuando entres en el distinguido palacio, comprenderás mejor a qué nos referimos aquí con "síntesis" (y seguro que tampoco te pasa por alto al patrón de estrella del jardín, que se repite por todas partes).
Y, si quieres desencajar la mandíbula del todo, visita el glorioso "canal de azulejos": un lago artificial decorado con miles de azulejos pintados, que narran escenas de las leyendas y las campañas militares del país.