El castillo de Dublín ha sido el centro de la vida irlandesa desde que el rey Juan de Inglaterra ordenó su construcción en 1204. Se levanta sobre estructuras mucho más antiguas, como una fortaleza vikinga y, posiblemente, un fuerte anular gaélico, y constituye el corazón social y político del Dublín histórico. Al visitar el Castillo de Dublín, podrás ver los majestuosos Apartamentos de Estado, las ruinas vikingas que hay debajo y la antigua Piscina Negra, donde el río Liffey se encuentra con su afluente subterráneo, el río Poddle. Sede de la administración británica en Irlanda durante 700 años, este glorioso conjunto de edificios relata la historia de Dublín como ningún otro.